domingo, 2 de noviembre de 2014

A PERFECT DAY

Al amigo José Ángel Sánchez Ibáñez.



El lomo de los raíles brillando al sol de agosto se perdía a lo lejos. El balasto cantaba con voz quebrada bajo los pies de los niños que, con los ojos, seguían los senderos relucientes imaginando finales y principios. En el parque cercano las cigarras saturaban el aire de la tarde.
A veces, entre la machaca de granito y las traviesas, encontraban tesoros.
De cuando en cuando un tren barritaba en lo lejano y al poco acababa pasando a toda velocidad envuelto en un trueno o se detenía lentamente chirriando, como una gran larva hinchada, en la estación desierta.
Las orillas de la ciudad se acercaban a las vías con indecisión, como las olas a una playa. En sus embestidas y resacas habían convertido aquella tierra de nadie en un baldío poblado de fábricas abandonadas que -varadas sobre su vientre- agonizaban bajo el sol envueltas en un enjambre de golondrinas como moscas.
A los niños y a los vagabundos les gustaba aquel paisaje.
Aquel día habían hecho acopio de clavos, los pusieron con cuidado sobre el raíl bruñido y esperaron escondidos en la caseta abandonada del guardabarrera. Era un espacio pequeño con dos ventanillas huérfanas de cristales y con el suelo cubierto de inmundicia y de restos de hogueras. En las paredes, rascando el hollín que las cubría, otros habían escrito sus nombres.
El mercancías no se hizo esperar. Pasó bramando y deprisa, muy deprisa. Sintieron el temblor del suelo y las paredes y cuando cesó, salieron corriendo hacia las vías.
Aquella bestia de hierro y madera había aplanado los clavos y los había trocado en hojas finas, afiladas, punzantes. Cada uno tomó la suya; estaban calientes.
En silencio y con aquellas improvisadas navajas en la mano volvieron a la caseta y, sin decir nada, las usaron para poner sus nombres al lado de los otros. La tarde empezó a caer.
Por el andén cercano, dos hombres jóvenes caminaban detrás de sus perros. El sol se hundía en la negrura de sus gafas.
Fue un día perfecto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario